sábado, 24 de marzo de 2012

Esto que estas leyendo es una pequeña historia que en el camino perdido un "desconsolado inexplicable" se atrevió a contarme con mucho cuidado y detalladamente.
Repetidas veces lo había yo visto sentado frente a un árbol en un paso accidentado por la maleza. Siempre me pregunte porque. Por eso a su lado me senté. 
Los insectos lo rodeaban picando, succionando sudor y caminando su cabello. Pero nunca se movió mas que para sonreírse mientras yo intentaba ver lo que el tanto observaba.
Mire sus ojos y seguí su dirección, era una hoja indistinta, para mi normal, una simple hoja de miles que desde  las ramas se suspendían.
No pude con mi impaciencia y me atreví.
_¡ seré curioso yo! 
el hombre no dijo nada solo mugió asintiendo
_¿que es lo que esta usted mirando?
entonces suspiro largamente y muy relajado dijo
_No solo estoy mirando. Estoy pensando y tratando de secar esa hoja que sola cuelga de la rama mas fina. Años atrás note que mi poder es muy limitado por lo tanto no podría controlar la completa copa. Por eso 
lo hago con la hoja mas débil y pequeña que cuelga de la rama mas fina.
a su respuesta tan inusual pregunte
_¿como es que usted afirma que puede secar una hoja? ¿de que poder me esta usted hablando?
_todos tenemos un poder dentro nuestro. Todos podemos hacer y deshacer maravillas con tiempo y practica. Pero una vez vi a un mago que manipulaba y disponía de la naturaleza a su antojo. Hacia  vientos, secaba ríos, movía nubes y secaba arboles enteros con solo mirarlos o apuntarles con su dedo. 
El me enseño, que si fijamos la vista en algún elemento lleno de "energía o luz" y nos concentramos lo suficiente podemos pedirle hacer lo que nos plazca. 
Yo, antes un aficionado a la manipulación de naipes. Yo, un hábil jugador de ventaja. pensaba de otra manera al respecto de los objetos inanimados, permitiéndome darles vida. Tomaba la bola con mi mano derecha, la depositaba en mi mano izquierda, habría la mano y la bola no estaba, ni en la mano izquierda ni en la mano derecha. Estaba en mi bolsillo. Una mano de póquer, dos manos. Diez manos y siempre ganaba.
hasta que este joven mago tomo mis cartas y las desvaneció en un solo pase, para que luego reaparecieren en mis manos. que descansaban  sobre la mesa.
Ya van veinte años de practica y todavía no logro siquiera mover la hoja mas débil y pequeña que cuelga de la rama mas fina. Ni siquiera en los días de otoño logro dar la orden de que caiga a mi antojo siempre cae por vicio o por propia muerte... 
_¿quien era ese mago? pregunte
_Nunca sabre mas de el pues quise saber de mas. Lo único que su enseña dejo en mi es que si fijamos la vista en algún elemento lleno de "energía o luz" y nos concentramos lo suficiente podemos pedirle hacer lo que nos plazca...
Me levante y seguí mi camino, sin alejar mis ojos del antiguo mago seguí reflexionando e imaginando a ese misterioso joven mago. Secando ríos haciendo, vientos y secando arboles enteros con solo su mirada o con la punta de su dedo. Quien fue tan increíble personalidad que dejo a este viejo ilusionista intentando hacer algo que jamas lograría hacer con su poder mundano.
quizás un mago verdadero... 

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